El cardenal Semeraro, prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, como representante del Papa, celebra la Misa de beatificación de la religiosa, fallecida en 1991, en el Santuario de Santa María de Leuca (situado al sur de Italia), que da nombre a la Congregación que fundó. «Siempre se sintió custodiada por las manos de Dios, dijo el cardenal, incluso en los momentos de incomprensión».